En Argentina, las personas demandan gozar de muchos beneficios pero no están dispuestos a mantenerlos ni muchos menos, a dar algo a cambio para recibirlos.
Una de las grandes contradicciones hace referencia a los sectores de uso público, como ser las plazas, parques, calles, etc. Es probable que se emitan constantemente críticas con respecto al estado en que se encuentran dichos lugares, la infraestructura precaria y la desmotivación por parte del gobierno en mejorarlas.
Estas situaciones ya son una realidad en el país y se ha vuelto una costumbre para muchos. Pero las mismas son las consecuencias de un problema. La causa sin dudas es el mismo pueblo y su actitud llena de mediocridad. Priorizamos las quejas y declaramos a las autoridades como el único culpable del asunto. Sin embargo, la culpa es de todos. ¿Cómo pretendemos que las calles estén limpias si somos quienes las ensuciamos?; ¿Porqué nos enfadamos cuando llevamos a nuestros hijos al parque y los juegos están rotos, si nosotros somos quienes los destruyen?; ¿Porqué criticamos el mal mantenimiento de los bancos o asientos públicos si somos quienes los rayamos o rompemos?; ¿Porqué exigir al gobierno que realize refacciones si no estamos comprometidos a cuidarlas?, etc.
Sería tedioso contestar cada una de estas preguntas ya que la respuesta sería siempre la misma: NOSOTROS, NUESTRAS ACTITUDES Y LA POCA PREDISPOSICIÓN DE LOS ARGENTINOS.
Se puede decir que esta cuestión se transforma en un círculo vicioso carente de la fuente principal; la predisposición y compromiso individual. Mientras que las malas conductas sigan existiendo, ningún gobierno se sentirá motivado a mejorar el País y por consecuente, ninguno de los habitantes argentinos.
Agustina Escobar - Lara García Romberg
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Excelente trabajo, muy claro y bien argumentado. Una pequeña sugerencia: repensar la redacción del párrafo de cierre, que resulta un poco confuso.
ResponderEliminarNOTA: 9.75